Sin duda, durante mucho tiempo, tanto los medios de comunicación como los agentes de lucha contra la corrupción global, han perseguido las actividades ilícitas en el sector público y privado. Sin embargo, dejando fuera todo el resto de complejas normas y políticas existentes de carácter internacional para prevenir, frenar o controlar la corrupción, este sigue siendo un problema para los agentes de lucha contra la corrupción.
Entre las sesiones que se están desarrollando en la décimo octava Conferencia Internacional Contra la Corrupción que está teniendo lugar del 22 al 24 de octubre en Copenhague, Dinamarca, se ha celebrado en la mañana de hoy 23 de octubre, la sesión “How Can we Help Reduce Corruption -Guidelines, Practice & Culture”.
Todos los ponentes, Jesper Lund Bredesen; Andreas Brogaard Buhl; Linda Nielsen; Cecilia Muller Torbrand, han coincidido en la necesidad de que las compañías del sector privado implementen mecanismos y asuman compromisos que les vinculen jurídicamente a combatir la corrupción. “Parte del proceso de producción no es sólo crear el producto, sino también considerar las buenas prácticas” recomendó la profesora Linda Nielsen.
Para la profesora Nielsen, no se trata sólo de hablar de los problemas y las consecuencias de la corrupción, sino de dar soluciones a las mismas. En muchos países, por citar un ejemplo, Guinea Ecuatorial, la corrupción representa una amenaza seria para el estado de derecho. Una de las posibles soluciones que ofrecieron los ponentes, es asegurar que haya más control y refuerzan las normas internacionales que mejoren la transparencia, porque la corrupción distorsiona la competencia.
“La corrupción es un riesgo legal para los negocios, así como un riesgo para su reputación” señaló Cecilia Muller Torbrand, Directora del Programa Red Marítima Anticorrupción. En su opinión, estos casos de corrupción se pueden convertir en un riesgo para los derechos humanos, como por ejemplo, que se derrumbe un edificio por la mala calidad de los materiales utilizados cobrándose la vida de los residentes.
“Es importante tener claro el rol de todos los actores que luchan contra la corrupción”, así lo ha recordado Andreas Brogaard Buhl. La Convención de las Naciones Unidas contra la corrupción, es uno de los instrumentos más importantes en la lucha contra la corrupción. También sería bueno tener mayor estandarización en las normas para evitar dificultades para ajustarse a las diferentes normas de cada país.
Muchos de los problemas en la lucha contra la corrupción podrían tener soluciones sencillas, pero el principal reto es contar con la colaboración de los gobiernos. Es importante, han recalcado, que las empresas pierdan el miedo de entablar diálogos sinceros con los gobiernos, ya que algunos gobiernos, tienen interés de mejorar las prácticas y herramientas de lucha contra la corrupción y el crimen organizado.